jueves, 22 de julio de 2010

Resumen de lectura:

Diagnóstico para las transiciones académico-profesionales.
(De Ignacio Alfaro Rocher)
Las transiciones son la esencia del ser humano, y serán vistas desde una perspectiva evolutiva. La percepción del grado de discontinuidad de las mismas dependerá de sus propias capacidades y del contexto histórico que le rodea. El reto de la Orientación es realizar su propia transición; el desafío del diagnóstico es la explicación de la femenología individuo-contexto, ambas en constante evolución y la propuesta de acciones de progreso para la persona. Se pretende hacer reflexión sobre cómo los profesionales pueden intervenir en las transiciones; ver las transiciones intentando producir reflexiones sobre el papel de los orientadores en necesidades de desarrollo de los individuos.

El marco contextual de las transiciones:

Al hablar de transiciones en el ser humano surgen muchas palabras relacionadas como cambio, evolución, interrupción de algo, discontinuidad, etc., y ellas se les contemplará en clave del progreso.

El enfoque teórico depende de la condición profesional del analista, que las pude contemplar desde diferentes perspectivas: psicológico-evolutivas, académicas, escuela-trabajo, circunstanciales, artísticas, socio-históricas, políticas, económicas, etc.

En Orientación Educativa y Profesional se habla de transiciones en el sentido de potenciar programas que influyan en el paso de los estudiantes a la vida activa, al mundo laboral. En este trabajo se ofrece un enfoque psicoeducativo de las transiciones relacionándolas con el desarrollo de la inteligencia, y con la construcción de escenarios personales, educativos y sociales más complejos, que incorporan lo útil de los esquemas precedentes en nuevas estructuras más inteligentes en los individuos y consecuentemente en la sociedad.

Transiciones académicas:

Habitualmente se localizan y se asocian con cambios en los itinerarios formativos a lo largo de los diferentes niveles de escolarización, Asia como con cambios dentro de los propios niveles educativos pero relacionados con características personales, necesidades educativas especiales o adaptaciones curriculares. Se puede considerar incluida en el curriculum escolar; y se circunscribe a la organización de estrategias y estructuras que faciliten el tránsito de los estudiantes a lo largo del sistema educativo. Cuando los sistemas educativos están estructurados y suficientemente regulados por leyes, decretos, resoluciones y normativas, el tema de las transiciones parece relativamente sencillo. En otros países con sistemas educativos más abiertos, las administraciones educativas y gestores académicos hacen constantemente esfuerzos, por una parte, por generar programas formativos adaptados a las necesidades laborales, y por otra parte, diseñando procesos de intervención orientadora o diagnóstica para facilitará a los estudiantes las transiciones académicas a lo largo de sus programas formativos.

Los responsables educativos realizan un esfuerzo considerable por estructurar programas paralelos que promuevan una transición acertada desde los propios centros educativos, apoyando la preparación de los estudiantes, desde el rigor y relevancia de los planes de estudio, con especial atención a las demandas de la nueva economía y a los estudiantes que tradicionalmente encuentran barreras en las transiciones postsecundarias.

En cuanto al papel de los sistemas educativos: estos tienen que garantizar dos cuestiones; la consecución de determinados resultados de aprendizaje por nivel y la coordinación entre los distintos niveles. Si los sistemas educativos no están bien regulados, las transiciones personales tropezarán con obstáculos que psicológicamente hablando, son impedimentos educativos interpuestos externamente entre niveles de habilidades de los sujetos.

Aprender a aprender: la intervención orientadora no acaba con la toma de decisiones de los estudiantes. Los sistemas educativos deben evaluar las consecuencias de las transiciones, los ajustes entre niveles, su coordinación y los programas de acompañamiento para que el flujo de estudiantes en su trayectoria académica sea adecuado. La clave de las transiciones académicas está en entender que los estudiantes tienen que realizar ajustes no sólo en términos de competencias y habilidades sino en formas de trabajo, de estudio, de metodologías y de organización de si tiempo. Deben aprender a prender en distintos contextos. Adicionalmente, en todos los niveles educativos, hay otros tipos de transiciones académicas relacionadas con discapacidades, desventajas o riesgos de exclusión social, cuya responsabilidad también depende de las propias instituciones educativas proponiendo mecanismos específicos y programas de acompañamiento para el tránsito académico de estos estudiantes, y también el laboral. Sin mezclar transiciones y/o adaptaciones el rol diagnóstico y orientador en compensatoria, con dictámenes de escolarización, adaptaciones, etc. El concepto de transición académica vemos que es amplio, sin embargo la naturaleza educativa es la misma: dotar de competencias para el cambio y el progreso a lo largo de sucesivos niveles educativos. Por ello es importante hablar de transiciones y reconocerlas, porque así indirectamente se está reconociendo su naturaleza de proceso y de progreso.
Transiciones Laborales y Profesionales:

Se puede incluir artificialmente en este tipo, aquellas transiciones encaminadas al mundo laboral, tanto desde el sistema educativo (escuela –trabajo), como las que se efectúan entre las profesiones una vez incorporadas en el sistema productivo. La finalidad última, es pasar de la formación a la inserción laboral, y en definitiva, a la vida adulta. Habrán cientos de estrategias desde cada nivel educativo como programas de garantía social, y formación ocupacional. Además las transiciones laborales no son n camino fácil para todos.

Transiciones, crisis y evolución:

Las transiciones lo centran en las competencias, habilidades, cambios y procesos de transformación de los individuos que reclaman a su vez cambios en los sistemas y, en donde en buena lógica, existen interacciones sistemáticas sujeto-sociedad en un feedback constructivo; esto es, las transiciones ocurren en dos ámbitos:
- en los sistemas: educativos, sociales, económico, etc.
- en el desarrollo psicológico de los individuos.

En ambos casos, los cambios expresan una reorganización de las estructuras y del sistema por inservibles. Esencialmente es la estructura superior de habilidad quién reclama la reorganización y flexibilización de las estructuras precedentes, y para ello, es importante facilitar la construcción y el progreso, situarse al lado del sujeto, proponer actividades en las que se pueda poner a prueba u ejercer los sucesivos niveles de habilidades más complejos, porque la toma de decisiones está en función de una potenciación de los recursos y de las habilidades de las personas.

Las transiciones son nuevos desafíos del desarrollo, no exentos de períodos de crisis; pero las crisis no son amenazas de nada sino períodos normales en los que determinadas estructuras y habilidades no son útiles y necesitan combinarse y flexionarse para alcanzar nuevos progresos.

La personalidad juega un papel importante en la toma de decisiones y en las transiciones, vista la personalidad como un conjunto de habilidades que una persona ha ido creando a lo largo de su vida; las habilidades son esas formas de soporte de la personalidad en funcionamiento. A lo largo del desarrollo se van sucediendo diferentes niveles de comportamiento hábil, que definen a las personas diferencialmente, pero que forman una estructura cohesiva en la que se incluye no sólo la inteligencia, sino el afecto, la personalidad, etc.

Competencias y habilidades: un enfoque procesual:

Existen tres elementos a tener en cuenta por el diagnóstico:
1. EL enfoque procesual de las competencias.
2. Su vinculación con al empleabilidad.
3. Su relación con el aprendizaje a los largo de la vida.

Surge así la necesidad diagnóstica de insertar en el propio proceso de transformación de las necesidades y competencias.

La consolidación de una competencia exige el concurso de todos los componentes que la conforman:
- conocimientos,
- procedimientos y
- actitudes- valores.

La complejidad en la combinación de estos elementos supone para el diseño de su aplicación y para sus evaluaciones la adopción de una serie de estrategias metodológicas de enseñanza-aprendizaje y de evaluación variadas, precisamente por su carácter procesual. Los profesionales en psicología y educación tienen que hacer ajustes a ese diseño formativo a una interpretación correcta de las competencias o grupos de habilidades.

En el proceso de transformación de habilidades: (el diagnóstico de educación en el proceso de aprendizaje), la acción del docente se sitúa en el mismo proceso de transformación y de creación de estructuras hábiles y no olvida el componente temporal y evolutivo. En el aprendizaje de competencias hay que entrar en esa misma transformación de habilidades cambiantes; ya actividad conciente está en el objetivo próximo. EL objetivo es la transformación de la estructura de la habilidad, la incorporación de nuevas plataformas de acceso al conocimiento nuevo. El auténtico diagnóstico está incluido en los mismos procesos de transformación de las estructuras cambiantes, en acompañar los aprendizajes estimulándolos y ofreciendo recursos y posibilidades para que los estudiantes construyan su progreso.

Competencia y empleabilidad: Una de las preocupaciones de las políticas educativas actuales en todos los niveles educativos es conseguir que los sistemas educativos desarrollen en los sujetos un conjunto de conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes amplias que les capaciten para responder a los objetivos para los que han sido creados. Afortunadamente si los sistemas educativos centran las transiciones en competencias de empleabilidad y facilitan su evaluación y progreso de aprendizaje, es probable que la educación deje de considerarse como temática reservada para la especulación erudita o el acopio memorístico de conocimientos y se convierta en elemento potencializadora del progreso tanto individual como social.

Competencias y aprendizaje a lo largo de la vida: uno de los cambios en la planificación y el diseño de las enseñanzas ha sido substituir el concepto de desarrollar temarios de asignaturas a impartir por el de desarrollar competencias, independientemente si éstos pueden completarse. El conocimiento es caduco, se renueva constantemente.

Diagnóstico de competencias y habilidades:

El diagnóstico y la educación tendrán que arbitrar para medir el progreso en al adquisición de las mismas, para diagnosticar las causas que lo impiden y para evaluar si los desempeños alcanzados por el estudiante se sitúan en los niveles requeridos, y por tanto, hacen posible certificar que la institución responde a sus objetivos formativos; esto significa un cambio en la perspectiva diagnóstica y en sus estrategias de actuación.

Replanteamiento de la perspectiva diagnóstica: no es suficiente con localizar el cambio fuera y concebir al individuo como un ente que debe reaccionar adaptándose al mismo, sino que la esencia del hombre es progresar, avanzar, desarrollándose y construir una transformación no sólo externa sino también en las propias personas y en su conducta inteligente. El reto es resaltar la importancia de las competencias y habilidades de los sujetos en la toma de decisiones; y consecuentemente el contexto externo. Y lo mismo ocurre con los intereses vocacionales.

Estrategia diagnóstica para el cambio: en Orientación Profesional la toma de decisiones es un proceso flexible, no jerárquico, donde existe una interconexión dinámica entre diferentes elementos: la propia sensibilización y exploración de uno mismo, la exploración del contexto, las relaciones entre uno mismo y el contexto, etc.

Entre los factores a considerar en las transiciones:
- el autoconocimiento, del conocimiento de las posibilidades académicas y profesionales y del aprendizaje para planificar un proyecto de vida,
- promover un estudio de las implicaciones de las materias en la carrera, las experiencias directivas y reales de trabajo, la creación de hábitos de trabajo,
- en el balance de competencias,
- incluir las competencias en acción,
- etc.

La esencia del aprendizaje es la toma de contacto con la actividad: transitar y adquirir competencias a través de la acción: el desarrollo de competencias sólo se logra a través de la práctica: las cosas se aprenden haciéndolas, razonándolas, argumentándolas, a trabajar en equipo… Si el curriculum y la orientación no estimulan el aprendizaje es imposible construir nuevas habilidades.

Estrategias metodológicas: será necesario profundizar en el desarrollo de técnicas relacionadas con el acopio de evidencias con resultados, procedimientos, conocimientos y habilidades, estrategias utilizadas por los alumnos, evaluación de competencias, etc. El reto del diagnóstico en Orientación Profesional está en buscar estrategias metodológicas para insertar en el propio proceso de construcción de un proyecto de vida, en al construcción de una identidad profesional y en la inserción en los procesos de aprendizaje relacionados con la cualificación y competencias profesionales.

Las transiciones presuponen potenciar programas y acciones que repercutan favorablemente en el tránsito del alumnado a la vida activa, al mundo profesional o a otros ámbitos de formación y de especialización superiores tanto en el contexto educativo como ene laboral a través de diversas actividades.





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